Te ayudamos a recuperar y mantener una buena salud dental para que disfrutes una sonrisa sana y brillante.
Esta acumulación de placa y sarro se va depositando en los dientes. La placa es una sustancia viscosa con bacterias y restos de alimentos que se sitúa en los márgenes de la encía y en las zonas más retentivas de los dientes. El sarro una vez se genera no se puede eliminar con el cepillado. El sarro es la solidificación de la placa dental.
Con una correcta higiene oral la placa se elimina totalmente, para ello la correcta higiene se ha de hacer a diario, el cepillado es suficiente para ello.
Es cierto por otra parte que hay determinadas personas que generan más sarro en las mismas condiciones higiénicas que otras.
La limpieza dental se hace habitualmente con un aparato de ultrasonidos el cual tiene una punta fina que entra en vibración cuando toca un objeto duro, en este caso el diente o el sarro. Esta vibración consigue el desprendimiento de las placas de sarro y la eliminación de manchas extrínsecas, es decir, las producidas por tabaco, café, etc.
Son reconstrucciones estéticas de porcelana o resina para mejorar la imagen externa de los dientes frontales ya sea por estética o corregir algunas patologías bucales.
Las carillas dentales nos permiten conseguir una sonrisa perfecta en poco tiempo, modificando la forma, color, tamaño y/o posición de los dientes. Se adhieren a la superficie externa del diente, mejorando su estética para conseguir la sonrisa que siempre has deseado.
La ortodoncia es una especialidad odontológica que se encarga de corregir la malposición dentaria, corrigiendo para ello los dientes y los huesos. Es muy importante corregir estos posibles problemas de malposición dentaria, ya que puede ocasionar desde tensión en los músculos de la masticación, hasta dolores de cabeza, de hombros o espalda, entre otros.
A través de la ortodoncia dental el paciente no solo logrará corregir esta malposición dental, evitando los problemas de salud anteriormente comentados, sino que también podrá disfrutar de una boca sana, una mejor estética y, en consecuencia, mayor calidad de vida.
Una prótesis fija es un aparato fabricado a medida de la boca del paciente, con una o diversas piezas dentales, que se coloca para sustituir la pérdida de dientes.
Existen básicamente dos tipos de prótesis dentales fijas:Prótesis fija sobre dientes: la prótesis se sujeta a los dientes sanos del paciente, consiguiendo gran sujeción y firmeza. La única desventaja es que es necesario dañar los dientes para conseguir que la prótesis se sujete correctamente.
Prótesis fija sobre implantes dentales: la prótesis va sujeta sobre uno o varios implantes de titanio, que ejercen de raíz del diente. Sobre éstos va sujeta la prótesis, ya sea corona o puente con diversas piezas.
Son aparatos que mejoran la masticación de los alimentos, la estética bucal y el habla. Algunas de ellas se sujetan sobre los dientes naturales con dispositivos rígidos (retenedores o “ganchos”) y, a veces, descansan sobre el hueso. De ahí que al morder no sea tan eficaz como los dientes propios y naturales del paciente.
Existen, básicamente, dos tipos de prótesis removible:
Dentadura postiza: Es un tipo de prótesis removible que se sujeta sobre la encía y puede hacerlo también en los dientes que todavía le queden al paciente. Son totalmente removibles y la higiene es muy fácil.
Sobredentadura implantosoportada: Es otro tipo de prótesis removible que combina el soporte por implante osteointegrado con el tejido blando de la mandíbula. La ventaja es que supone un menor coste de implantación, comparándolo con los implantes convencionales. No obstante, económicamente es más cara que la dentadura postiza.
Los implantes dentales son unos pequeños tornillos de titanio que se colocan en el hueso para reponer los dientes perdidos. El implante dental hace la función de raíz y sobre él se coloca una funda o corona que imita al propio diente.
Son la solución más eficaz, funcional y estética que se puede realizar tras perder un diente. Con ella, además, se evita la típica reabsorción del hueso que se da al perder la pieza dental.
Los implantes dentales hoy en día son conocidos como el método número uno para reemplazar un diente que no puede ser restaurado o salvado por más tiempo en boca. Estas raíces artificiales representan la solución a largo plazo y de manera definitiva para mantener la función masticatoria y la estética dental y reportan arriba de un 97% de éxito en todos los casos tratados. Una raíz artificial será colocada en el hueso, el cual se integrará a ella (osteointegración) para permitir la posterior colocación de una corona sobre dicha raíz artificial, sintiéndose y luciéndose como un diente natural.
La correcta planeación y ejecución de la instalación de implantes dentales en el hueso para su posterior restauración o colocación de corona es fundamental para lograr una correcta funcionalidad.
Procedimiento que se realiza cuando un diente ya no se puede recuperar.
La cirugía oral es una especialidad de la odontología que trata de forma quirúrgica problemas bucales y nos permite extraer dientes y muelas del juicio, también realizar cirugías pre-protésicas.
La cirugía oral también permite hacer tratamientos estéticos como gingivectomías, alargamientos de coronas o injertos de encía.
Ciencia de la odontología que estudia la prevención, diagnóstico y tratamiento de las enfermedades que afectan los tejidos que dan soporte a los órganos dentarios (encía, ligamento periodontal, cemento radicular y hueso alveolar).
Para su tratamaiento existe la limpieza dental con anestesia y el raspado y alisado de las superficies de la raíz del diente. Dependiendo de la enfermedad ya sea Gingivitis o Periodontitis se toman las medidas pertinentes en el tratamiento.
Se trata de una intervención que permite tratar las piezas dentales dañadas y así evitar su pérdida o extracción. Mediante el tratamiento endodóntico, eliminamos la pulpa dental (nervio) para poder salvar el diente y conservar su funcionalidad. El tratamiento de conductos tiene como finalidad preservar las piezas dentales dañadas y así evitar su extracción. Se realiza en piezas dentales con caries profundas u otras condiciones que propician la inflamación o la necrosis de la pulpa dental.
Otros motivos para la aparición de inflamaciones de la pulpa son algunos traumatismos, la abrasión, erosión y el desgaste de los dientes por el roce entre ellos.
La caries dental es el daño que le puede ocurrir a un diente cuando las bacterias que causan caries que se encuentran en la boca producen ácidos que atacan la superficie del diente o esmalte. Esto puede resultar en un pequeño agujero en el diente, al que se le llama caries. Si la caries dental no se trata, puede causar dolor, una infección e incluso la pérdida del diente.
Una vez que les hayan salido los dientes, las personas de todas las edades, desde los niños hasta las personas mayores, pueden tener caries. Cuando las bacterias que causan las caries entran en contacto con las azúcares y los almidones de los alimentos y las bebidas, forman un ácido. Este ácido puede atacar el esmalte del diente, lo que causa que este pierda minerales.
Esto puede suceder si come o bebe a menudo, sobre todo alimentos y bebidas que contienen azúcar y almidones. Los ciclos repetidos de estos «ataques de ácido» harán que el esmalte continúe perdiendo minerales. Con el tiempo, el esmalte se debilita y luego se destruye, y esto resulta en una caries.
El blanqueamiento dental consiste en un tratamiento no invasivo que mejora la apariencia de los dientes, aclarándolos y dejándolos más blancos.
Un buen blanqueamiento dental tiene que estar realizado siempre por dentistas. Los procedimientos empleados están más controlados, así como los agentes utilizados que suelen ser más potentes que los típicos kits de blanqueamiento que se venden en farmacias.
Poniéndote en manos de un profesional de la salud dental estarás garantizando la efectividad de los resultados con un tratamiento de blanqueamiento dental que además no tendrá contraindicaciones para el paciente.
El bruxismo, también conocido como la enfermedad silenciosa, es una patología que sufre aproximadamente un 70% de la población y que consiste en apretar de forma inconsciente la mandíbula y rechinar los dientes, produciendo el desgaste de los mismos. Puede darse tanto por el día como por la noche, aunque el más frecuente es el que se produce durante el sueño. La mayoría de las veces, la persona afectada no es consciente de que tiene bruxismo hasta que otra le advierte de que al dormir rechina los dientes, o es el dentista quien le informa tras realizarle una revisión dental rutinaria.
El bruxismo suele aparecer a edades tempranas (generalmente en la adolescencia) y afecta en igual medida a hombres y mujeres. Además, se trata de un hábito muy perjudicial que, en función de su frecuencia, puede provocar desgastes extremos y dolor en la musculatura mandibular y en la articulación temporomandibular.